Como todo producto fabricado con fines comerciales, una vivienda conlleva un proceso para su construcción; un conjunto de actividades orientadas en la transformación de recursos materiales en un producto habitable: Un Hogar. El proceso de transformación requiere la aplicación de operaciones físicas en combinación con el uso de maquinaria, herramientas, energía y mano de obra para lograr este fin.
El proceso de construcción de una vivienda esta dividida en etapas de manera secuencial y cada etapa reúne un conjunto de actividades correspondientes a su especialidad de acuerdo a una lógica de proceso constructivo. A cada etapa de este proceso constructivo se le llama: Partida.
Preliminares:
Son las actividades que se realizan antes de los trabajos propios de la construcción del proyecto, esto con el fin de preparar el terreno para dichos trabajos.
Subestructura:
Es la parte de la estructura de la edificación que queda por debajo del nivel de suelo, generalmente es la cimentación y sus elementos.
Superestructura:
Es toda la estructura de la edificación que está sobre el nivel de suelo.
Albañilería
Se entiende por trabajos de albañilería a todos los detalles menores de construcción (en comparación con la superestructura) dentro de la edificación, ejemplo de estos trabajos es la barra de cocina, rampa de escalera, entre otros.
Instalaciones
Es el conjunto de redes de distribución y equipos que sirven para la dotación y operación de servicios en la edificación.
Acabados:
Son todos los materiales que se colocan sobre la edificación en obra negra (construido hasta superestructura) con fines estéticos o de embellecimiento de la edificación.
Equipamiento:
Son los trabajos de colocación de equipamiento para brindar un hábitat seguro dentro de la edificación, como lo son: puertas, ventanas, protecciones, entre otros.
Todas estas etapas, con su conjunto de actividades, forman el Proceso Constructivo de una Vivienda. En publicaciones posteriores estaremos hablando de cada etapa detenidamente.
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